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Una noche inolvidable.

lunes, 15 octubre, 2007

 Pasará mucho, pero que mucho tiempo para que se me olvide el 12 de Octubre del año 2007, especialmente la noche de dicho día que supuso mi reencuentro con Héroes del Silencio 11 años, 3 meses y 20 días después del último recital que tuve la oportunidad de contemplar, exactamente el 22 de Junio del 96 en la plaza de toros de Málaga.

Pasaban pocos minutos de las 5 y media de la tarde cuando llegábamos a los aledaños de La Romareda y nos encontrábamos con un ambiente que hacía presagiar que algo grande, muy grande iba a suceder y que sería testigo de una noche de historias, recuerdos y emociones fuertes. Miles y miles de personas en los alrededores, con sus indumentarias negras, camisetas y símbolos del grupo hicieron posible que se me formara el primer nudo en el estómago de la noche. No lo podía creer, era la previa de un concierto que teníamos clarísimo que jamás iba a volver a producirse, en ese momento me acordé de la famosa frase de Bunbury hará unos años cuando afirmaba que había las mismas probabilidades de que Héroes volvieran como de que Franco resucitara, por lo que habrá que andarse con cuidado no vaya ser que el caudillo ande suelto por ahí.

A eso de las 7 y media y tras varias refrescantes cervezas, por cierto, me gustó bastante la cerveza Ambar, decidimos entrar al recinto. Y fue precisamente ahí cuando comencé a darme cuenta de la magnitud del acontecimiento que estaba a punto de presenciar, de lo histórico del momento y de las sensaciones y emociones que desde el instante que pise la lona azul que tapaba el césped de La Romareda estaba comenzando a experimentar. Y por fin….. llegó el momento.

Pasaban pocos minutos de las 9 de la noches cuando el estadio al completo quedó a oscuras y comenzaron los primeros acordes de un tema que hizo humedecer mis ojos, eran los acordes del «song to the siren» de This Mortal Coil, que como «toda la vida de Dios» anunciaba que la avalancha estaba a punto de producirse y que ya teníamos ante nosotros la esperada gira del milenio. A partir de ahí, «El Estanque», «Deshacer el mundo», «Mar Adentro» y toda una serie de temas que a día de hoy, tras once años desde la última actuación del quinteto zaragozano son clásicos de la música de este pais. No daba crédito a lo que estaba viviendo en esos momentos que me hicieron rejuvenecer diez años y recordar lo que fue la banda sonora de mi juventud; la gente estaba extasiada y se veían caras de asombro, perplejidad y sobre todo lágrimas, muchas lágrimas. El escenario era descomunal, flanqueado por dos grandes pantallas a los lados y cuatro más que se extendian en la parte superior del mismo, una pasarela central de varios metros acababa en otro pequeño escenario donde el grupo realizó un set un poco más íntimo de unas seis canciones. En uno de los temas de ese set en el segundo escenario, Bunbury pidió al repetable que le concedieran 5 minutos pues estaba bastante tocado de la voz desde la vuelta de México a causa de un fuerte constipado. Sinceramente me temí lo peor, pero no habían pasado ni tres minutos cuando volvieron al escenario y atacaron al personal con «Apuesta por el Rock and Roll«, y a partir de ahí el delirio. El concierto siguó su curso y de ahí al final Heroes en estado puro con un Bunbury comiéndose el escenario y mostrando una profesionalidad que, dicho sea, dejó mucho que desear en su último concierto en solitario. Tras el set en el escenario secundario siguieron temas como «Nuestros nombres«, «Oración», «Entre dos Tierras», «Maldito Duende», «Avalancha»…. y toda una serie de clásicos que junto a los dos bises realizados terminaron con una sesión de fuegos artificiales que ponía fin a un concierto inolvidable de más de dos horas y media de duración.

Lo mejor del concierto: el ambiente, el escenario, el sonido y una puesta en escena al nivel de grandes grupos como U2 y Rolling Stones (y no exagero). Lo peor o mejor dicho, lo menos bueno es que se echaron en falta una serie de canciones del repertorio más «cañero» del grupo como «Decadencia», «Sangre Hirviendo» ó «El camino del Exceso» y el principio de afonía de Bunbury que nos tuvo en vilo durante todo el concierto.

En definitiva, noche inolvidable de emociones, recuerdos, historias, lágrimas y buena música que nos hizo rejuvenecer a los allí presentes una década y nos dio la oportunidad de ser testigos directos de la vuelta y despedida a la vez de uno de los grupos más representativos de la música rock de este pais. Y lo mejor de todo es que aún me queda Sevilla….

Spf.

 

Para acabar con este post dedicado al concierto del pasado viernes, dejo por aquí una serie de fotos de lo que vivimos aquel día.

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   Actualizo el post con un video del concierto:

2 comentarios

  1. Hermano me alegro que disfrutaras tanto del concierto. Yo también recuerdo aquellos tiempos en los que tu vestuario no sabía de otro color que no fuera el negro y cuando no parabas de cantar eso de: Y por fin he encontrado el camino
    que ha de guiar mis pasos… 😛
    Todavia te queda el de Sevilla , así que ha disfrutarlo mucho más.
    Besitos


  2. Miren lo que les paso a unos que compraron entradas los estafaron
    http://faranduleros.info/2007/10/16/arrestado-un-empleado-que-vendio-600-entras-falsas-para-el-concierto-de-heroes-del-silencio/



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